El Barrio 47 Hectáreas enfrenta una dura realidad marcada por el abandono, la falta de infraestructura básica y cantidades de viviendas sin habitar.
Sus habitantes describen una lucha diaria por la supervivencia, rodeados de maleza que prolifera debido a las lluvias y el calor intenso, aguas servidas estancadas que generan criaderos de mosquitos, y la presencia constante de roedores, serpientes y arañas dentro de sus hogares.
La situación se agrava por el gran número de casas abandonadas, que no solo generan un paisaje desolador, sino que también dificultan la organización vecinal.
La dispersión de las viviendas habitadas impide la unión comunitaria necesaria para abordar los problemas del barrio de manera colectiva. El deterioro de la infraestructura es evidente.
Los vecinos mostraron un camino destruido, donde los tubos de cemento que servían como puente se derrumbaron tras las últimas lluvias, quedando dispersos a lo largo del canal.
Esta situación dificulta el acceso a servicios básicos y el desplazamiento de los residentes. La falta de servicios básicos, la proliferación de plagas y el estado deplorable de las calles y caminos reflejan un preocupante panorama de abandono institucional. Los vecinos del Barrio 47 Hectáreas claman por una intervención urgente que mejore sus condiciones de vida y les permita vivir con dignidad.